Cine

Ernesto Méndez y su retrato de Charlie Monttana

Ernesto Méndez y su retrato de Charlie Monttana
Por Píntalo de Negro

Retratar al ser y no al rockstar, esa fue la premisa de Ernesto Méndez al crear Soy yo Charlie Monttana, un documental que nos muestra sin filtros a la persona que vivió detrás del Vaquero Rockanrolero. A unas semanas de su partida, platicamos con el fotógrafo y realizador audiovisual quien nos puso al tanto de los años tras la cámara filmando el día a día del músico, repasando momentos dulces y amargos del rodaje, y acercándonos a detalles no registrados en el filme.

-¿Cómo decides buscar y acercarte a Charlie Monttana para proponer el proyecto? ¿Cuál fue su  reacción?
Desde 2013 me propuse hacer una película documental sobre él, porque sus letras me parecían, y me parecen aún, fuera de serie; son algo rarísimo. Un querido amigo que es fan me dio la idea y desde ahí comencé a estudiar a Charlie con mucho detalle, escuchando sus discos, examinando sus letras y sus variados estilos musicales; estudiando todo lo que subía a Facebook y a YouTube. Al rededor de un año estuve documentándome y empapándome en su obra y vida.

Me di cuenta por su manera de presentarse ante el mundo, y por intuición, que él seguía siendo una persona muy auténtica, humano, aún debajo de esa ya famosa leyenda. Y era evidente que la vida le había cobrado varias facturas y que él se encontraba en una lucha constante contra sí mismo y contra el mundo. La fama y, sobretodo el talento, son armas de doble filo.

Al conocerlo me llamó la atención una dualidad muy suya, en una frase podía hablar como cualquier señor cincuentón del taller mecánico, expresando sus ideas con una simpleza y agilidad fenomenales, y en la siguiente, su megalomanía y delirios de grandeza tomaban el control de sus ideas “Yo soy el gran genio incomprendido y la gran celebridad”. Esa dicotomía, entre tantas cosas suyas, me fascinaba y me atemorizaba un poco sumergirme en ella.

Cuando me sentí con el conocimiento suficiente como para encararlo, ya sabiendo de su trayectoria con Mara, Vago, sobre su carrera de solista, habiendo visto también el infame reality show que tuvo, y también el documental Aki estamos, donde sale precioso material de él y su naciente familia, pues me sentí seguro. Además ya tenía un proyecto a medio escribir en donde planteaba mis ideas principales: quiero hacer algo libre e independiente para conocer a la persona que es Charlie Monttana. Entonces un día vi que él iba a estar en un evento en la Fonoteca y pensé que ya era tiempo de ir y plantearle el proyecto. Yo creativamente me sentía muy bien, ya tenía bastante experiencia como realizador audiovisual y era un imparable fotógrafo, acababa de hacer dos obras documentales en video y además tenía cierta estabilidad emocional y financiera (eso fue importante) y me emocionaba mucho hacer un proyecto cinematográfico más complejo y muy mío.

Era el otoño de 2014. Así entonces, lo esperé afuera del evento como cualquier fan, pero en vez de pedirle la foto le pedí que hiciéramos un documental. No me peló demasiado, a lo mucho me dijo “luego hablamos” pero su hermano Javier me pasó su contacto y ahí me tienen casi diario llamándoles para que Charlie me diera una oportunidad de verlo en persona y plantearle el proyecto.

Ya que nos vimos, la reacción inicial de Charlie fue de sospechosismo, pues había tenido experiencias complicadas con otros proyectos sobre él. Me propuso que mejor hiciéramos algo “de pendejadas” y que le sacáramos dinero a las compañías cerveceras, pero yo le dije que no quería tener presiones externas de ningún tipo, y que su reality show me había parecido vomitivo y que yo no estaba de acuerdo en que esa fuera la leyenda que él significara. Él sólo me miraba serio e intrigado y tomaba su café con tres sobres de azúcar. Le dejé claro que si íbamos a hacer algo, sería totalmente libre e independiente y, por lo tanto, sin nada de ganancia inmediata para ambos. Sin embargo, que al final podíamos sacar algo de feria “si lo podíamos vender a los franceses”, cosa que le encantó y que le dije para que me entendiera mejor el fin personal y de autor del proyecto. Y como que esa onda extraña le gustó, que fuera un proyecto totalmente artístico, sin lucro, y mejor aún, con franceses, que nada tienen que ver en el proyecto, por cierto, aunque aún espero que salga por ahí la venta a una distribuidora francesa. Entonces ese potencial en otros mercados más mi ingenuidad y seguridad creo que le hicieron sentido. Al final, dándole una gran mordida a un pastel de chocolate, me dijo: “Muy bien, mi amigo socialista, hagámoslo”.

Y así, Charlie toleró el tono explorativo, independiente e improvisado del proyecto y accedió a que lo entrevistara y grabara. Yo le propuse hacer el documental, primero basado en entrevistas de audio y luego que lo hiciéramos filmado todo en cine, en glorioso 35 mm. Pero mi presupuesto, que era mi precario ingreso mensual de artista freelance, jamás lo permitió. Sólo el primer día de filmación, que fue en su concierto del Lunario de 2015, pudo ser en 35 mm. Lo demás fue video HD.

Foto del documental ‘Soy yo Charlie Monttana’
Charlie Monttana Foto: Ernesto Méndez

-¿A partir de qué surge la idea de retratar el día a día de un personaje como Charlie?
El día a día y yo vivíamos muy bien a través de la fotografía, entonces fue un proceso natural hacerlo para cine.

-¿Cuál era el objetivo inicial que buscabas al hacer la película?
Por un lado era una respuesta contraria a lo que el mismo Charlie había hecho de su imagen, yo muchas veces lo veía como el contra reality show porque no me parecía que lo que se había hecho en imágenes en movimiento sobre él estuviera aún a la altura de esas canciones tan llegadoras, tan directas y tan llenas de humor y perspicacia, tan legendarias pues, ahora más que antes. Y por el lado personal fue una exploración ambiciosa, era tratar de empujar mis límites creativos y probarme como persona y creador ¿qué hacer con todo eso? Porque comparado con la edición, la cual me llevó casi tres años, la grabación fue muy fácil, muy intuitiva. Empecé a grabar cuando tenía 27 años, así que aún tenía el empuje de “no me importa lo que salga, pero seguro algo bueno surgirá” pues tenía una seguridad indiscutible de tener un gran destino.

-¿A qué acuerdo llegaste con Charlie para llevar a cabo Soy yo Charlie Monttana?
Que nos íbamos a repartir las ganancias a la mitad. Acuerdo que aún sigue en pie con su esposa e hijo.

-¿Fue tu primer largometraje?
Fue en realidad el segundo, pues el mismo año que comencé Soy yo Charie Monttana, había ya realizado un documental muy experimental, el making of de Maquinaria Panamericana, una película mexicana de Joaquín del Paso. También en 2013 había hecho una pieza intensa, un mediometraje documental sobre el desalojo de los maestros del CNTE que estaban protestando en el Zócalo, en un tono experimental también, ya que ese documental no tiene sonido directo, sino que todos el sonido es solamente ‘Die basta zeiten sind vorbei’, una pieza maravillosa y locochona de Carlos Sandoval (compositor, artista multimedia mexicano radicado en Berlín), interpretada por la Generación Espontánea, resultando todo en mucho drama. Entonces se ve a la Policía Federal correteando a los maestros por el centro histórico mientras la música contemporánea y experimental acompaña a las imágenes.

-¿Cuánto duró exactamente la grabación, con qué frecuencia filmaste?
Del otoño de 2014 al verano de 2017. Grabábamos como Charlie me iba llamando. Al principio yo le pedía que hiciéramos esto o lo otro, pero por su agenda, y porque yo no le podía ofrecer remuneración, nunca pudimos hacer nada. No me hacía caso simplemente pero yo quería hacer un documental y no me lo tomaba a la tremenda, sólo esperaba a que la vida nos coordinara. Entonces me comenzó a llamar para grabar sus tocadas o eventos que él consideraba importantes, también supongo que por su conveniencia de tener un registro de las tocadas, y yo creo que también como manera de acotarme y que ya no le estuviera pidiendo grabar, y así comenzamos. Me decía “Carnal, te veo mañana en esta altura de la Pantitlán a esta hora, de ahí nos movemos en la camioneta a la tocada, si puedes qué bien, y si no ahí luego….” y si yo podía iba y aprovechaba para grabar todo lo que podía, momentos previos y posteriores a las tocadas, pues ahí estaba la sustancia de lo que yo perseguía. Y fue de esos momentos que se hizo el documental. Poco a poco nos fuimos conociendo y todos se fueron acostumbrando a mi presencia fantasmagórica, pues nunca quise elaborar mucho, sólo observar y grabar. Algo así como “observación participante” (risas) y conforme ellos, sobre todo su familia, me fueron admitiendo y dando su confianza, fuimos grabando mejor y con mayor naturalidad. Le agradezco de corazón a Jessica y a Mateo haberme permitido grabarlos con tanta naturalidad.

‘Soy yo Charlie Monttana’
Ernesto Méndez, director de ‘Soy yo Charlie Monttana’

-Sabemos que fueron años de grabación. ¿Desde un inicio lo planteaste así?
No, sólo fui juntando material y cuando ya vi que tenía demasiado decidí parar.

-¿Cuánto costó hacer el documental?
Yo calculo que si sumo todo el trabajo no remunerado, mío como el ajeno, más el equipo de filmación, la producción, post, etcétera, serían entre medio millón y un millón. Ojalá podamos recuperar algo de ello en esta etapa de exhibición para al menos pagar salarios.

-¿Con qué dificultades te encontraste en la realización?
Fue un documental grabado mediante el azar, la velocidad de una vida loca, y luego ensamblado con el dolor de un divorcio y terminado con el gusto y placer de vivir el día a día valorando los pequeños momentos de una vida simple.

-Cuando trabajas de manera independiente, ¿hay más obstáculos o libertades?
Depende del proyecto, pero yo diría que hay más libertades.

-No existen preguntas a Charlie ni a otros personajes, simplemente cámara en mano sigues al músico y lo presentas tal cual es, ¿así buscabas filmar y narrar este trabajo?
Por un lado así fue como se pudo hacer. Por otro lado yo quería aplicar el mínimo de artificios posible y que la película hablara potentemente por sí misma.

-Decides retratar a Charlie en esta época, ¿por qué no tocar sus inicios?
No me interesaba hacer una película biográfica, qué hueva. Tampoco hacerle un panegírico o una apología. Y menos que alguien digiriera la información por el espectador, como dictan las normas muy limitadas del “documental”. Yo quería hacer algo exigente para el público, complejo, tal vez Kieslowskiano, y muy mío, no simple telebasura. Y bueno, hay cosas que no hay que explicar, con sólo ver a Charlie se pueden saber tantas cosas…Y yo pienso que si alguien se interesa por él ya lo buscará y se enterará de qué va su obra. El ahora y el momento presente, y dar esa sensación era lo que me interesaba.

Documental ‘Soy yo Charlie Monttana’
Foto: Ernesto Méndez

-¿Hay alguna situación que te pidió quitar o no incluir?
No, Charlie siempre respetó mis cortes (le mostré dos cortes de trabajo). Alguna vez me sugirió que quitara unas tomas donde él consideraba que “no lucía” o él me sugería que entrevistara a tal o cual persona, pero yo le explicaba que eso no me parecía y que el proyecto iba por otro lado. Le daba mis razones y él escuchaba avalándome. Él me decía: “bueno cabrón, tú eres el que sabe de este pedo”. Charlie creía en mí al fin y al cabo.

-Conviviste con Charlie durante el tiempo que duró el rodaje. ¿Cómo cambió tu idea sobre él antes y después de realizar el documental?
Conocer a una persona es un proceso duro, se trata de afianzar los buenos nexos y tratar de entender y dialogar con las partes en donde hay fricciones y roces. Al final me quedé con el sentimiento de haber conocido a una persona, tal cual como somos todos.

-¿Qué opinión tuvo al ver el resultado?
Me parece que a él le extrañaba, siento que no se esperaba que algo que no hablara de lo que él creía que era lo interesante de su vida le gustara a la gente. Murió antes de que pudiéramos hablar con tranquilidad de los resultados del documental, pues apenas estaba arrancando el ciclo de exhibiciones y él estaba muy expectante ante la respuesta del público. Lo que me queda claro es que le había gustado, pero nunca supe hasta qué grado ni qué cosas en particular. Le sorprendía que la gente, y la audiencia del FICUNAM, quedara contenta e interesada en ver un retrato de él; le sacaba de onda que algo así, fuera del personaje y del guión que él mismo había creado para sí, fuera considerado relevante o llamativo, o artístico. Creo que estaba en un proceso de diálogo y de aceptación con la película cuando sucedió su muerte. Charlie persona estaba asombrado de que él fuera incluso más interesante que Charlie Rockstar.

Documental ‘Soy yo Charlie Monttana’
Foto: Ernesto Méndez

-¿Qué impresiones te dejó trabajar con Charlie Monttana?
Un poco de todo. Los días de grabación eran una mezcla de genial improvisación artística con un exceso de estrés y muchas presiones, pues él era una persona difícil y su mundo estaba lleno de conflictos, el show business es un ambiente rudo y laberíntico. Charlie lo sufría y al mismo tiempo le encantaba ser parte de ello. Durante las grabaciones muchas veces era paternalista, me aconsejaba desde su mundo, y a veces era protector conmigo, siempre desde su mirada patriarcal. Luego, cuando la película tomó forma, y fama, siento que Charlie se asustó de que yo lo fuera a usar para mi beneficio, y que yo hiciera negocio y fama a sus espaldas. Ya le había pasado con otros proyectos, entonces chocamos y estaba muy agresivo y celoso al respecto de las ganancias que pudiera generar el documental. En este 2020 discutimos varias amargas veces, porque él quería, de repente, decidir varias cosas que sólo me correspondían a mi como el director y el productor de la obra. Era parte de su personalidad y de su experiencia. Pero me queda claro que él quería que la película tuviera máxima exposición, que en nosotros no quedara para que llegara a todos lados.

-Luego de su paso por FICUNAM en marzo, ¿qué planes se quedaron sin realizar tras Covid-19?
Nos vino bien la pausa, aproveché para regresar a mezclar sonido, corregir varias cosas pendientes y otras erradas, y de paso pulí algunas cosillas del corte final (así que la edición pura de la película continuó hasta bien entrado el 2020). La buena nueva es que saldremos en sonido 5.1, un gran pendiente pues la mezcla que estrenamos en FICUNAM fue sólo de dos canales, cosa que generó varios problemas de compatibilidad. Tal vez lo único que se quedó volando fue el dictamen de Cineteca Nacional, que aún no nos ha dado ni respuesta ni fecha (ojalá lean estas líneas) para el estreno en sus salas. Con la nueva mezcla la película va estar de lujo. Ahora hay que hacer el nuevo dcp y seguir pues con el cabildeo para su correcta distribución.

-¿Cuál fue tu reacción al enterarte de su muerte hace unas semanas?
Sorpresa, luego preocupación por su familia, y luego calma pues Charlie estaba preparado para morir, vivía muy consciente de ello.

Documental ‘Soy yo Charlie Monttana’
Foto: Ernesto Méndez

-¿Cómo será la distribución? ¿Has planeado integrarlo a las plataformas o editarlo en DVD?
Sí, recientemente entablé muy buen trato con una distribuidora joven e independiente. A través de ellos esperamos llegar a todo: salas, streaming, DVD, TV, lo que más se pueda.

-¿Qué proyectos tienes a futuro?
Quisiera hacer un par más de documentales sobre creadores independientes, en cierta medida revolucionarios, y su vida día a día.  Estoy pensando en un cineasta cubano y en una compositora berlinesa.

-Háblanos de tu trabajo como fotógrafo.
¡Uh!, es todo un tema eso. Digamos que documentaba mi vida, tanto lo que veía como lo que vivía, sin parar. Desde 2006 a 2017 viví pensando que la fotografía lo era todo, camino, destino, respuesta final, e incluyéndome a mí mismo. Luego me di cuenta que el arte y sus enajenaciones no siempre son benéficas, o al menos en el grado de obsesión con el que yo vivía la fotografía, porque además hacía casi todo análogo. Siento que la fotografía tuvo que morir un poco dentro de mí para yo poder tener algo de espacio para el cine, pues la imagen fija en plata, y el consumo de cámaras y lentes, era un hoguera que me consumía y de la que no quería salir. A final salí y ahora me dedico a reflexionar y a revisar lo que hice por 11-12 años como “destino manifiesto”. Y aún sigo en ello, pero ya no en el grado total en el que estaba. Ahora encuentro un placer enorme en imprimir mis trabajos. Pueden revisar lo que hago ahora de impresión en el instagram como @fototecaemendez, y los archivos de mi vida en en el Flickr (flickr.com/photos/ernestomendez) 

-¿Con qué canción te quedas de Charlie Monttana?
‘La niña del acordeón’. Para mí es su canción más hermosa y conmovedora, y además con esa mezcla de ternura, crudeza y honestidad tan Charliemonttanianas.

Documental ‘Soy yo Charlie Monttana’
Foto: Ernesto Méndez

error: Content is protected !!